En esta ocasión entrevisté a dos especialistas ambas psicólogas de la PUCP, actualmente ellas trabajan en un proyecto con niños del distrito de El Agustino. Ellas me comentan que la mayoría de los padres disponen de poco tiempo para sus hijo ya que trabajan, y este poco tiempo que puedan tener no lo dedican exclusivamente a actividades lúdicas o juegos ya que no esta en sus prioridades y desconocen la importancia y los aprendizajes que puede lograr un niño que juega con su padre a diferencia de otro que no. El niño en el juego establece una relación mas horizontal con el padre logrando afianzar su confianza hacia él lo cual implica una mejor comunicación, un mayor acercamiento afectivo y en cierta manera romper las diferencia generacionales. Si esta comunicación e interacción se mantiene durante toda la niñez e infancia estos resultados se logran a largo plazo implicando mas comunicación y una mejor relación en la pubertad, adolescencia y adultez siendo este un problema recurrente a lo largo de las generaciones ya que la mayoría de adultos piensa que para lograr el respeto del niño hay que tratarlo de manera dura logrando una relación vertical y autoritaria, y dejando así de transmitirle el cariño que todo padre tiene hacia su hijo. Este estilo de trato del padre hacía su hijo es generacional ya que el hijo aprende de su padre y a su vez lo transmitirá a su futuro hijo. Otro resultado que se pude lograr con el juego es desarrollar la creatividad, el intercambio de roles y nuevos aprendizajes útiles para la vida cotidiana como el respeto ya que en un juego se sigue un orden de participación y todo esto lo llegan a aplicar implícitamente en la vida diaria y lo adquieren como un nuevo conocimiento. En conclusión un niño que juega con su padre mejora la relación afectiva con él, desarrolla su creatividad y aprende nuevos conocimientos importante para su desarrollo.
Enlace al audio de las entrevistas: http://soundcloud.com/cynthiagz
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